sábado, 15 de noviembre de 2014

A Aitana, niña nueva



Aitana, niña mía, baja la primavera
para ti quince flores pequeñas y graciosas.
Sigues siendo de aire, siguen todas tus cosas
siendo como encantadas por una luz ligera.

Aitana, niña mía, fuera yo quien moviera
para ti eternamente las auras más dichosas,
quien peinara más luces y alisara más rosas
en tus pequeñas alas de brisa mensajera.

Aitana, niña mía, ya que eres aire y eres
como el aire y remontas el aire que quieres
feliz, callada y ciega y sola en tu alegría,
aunque para tus alas yo te abriera más cielo,
no olvides que hasta puede deshojarse en un vuelo
el aire, niña Aitana, Aitana, niña mía



Rafael Alberti

lunes, 27 de octubre de 2014

El Gato del Gurú

 

Cuando, cada tarde, se sentaba el gurú para las prácticas del culto, siempre andaba por allí el gato del ashram distrayendo a los fieles. De manera que ordenó el gurú que ataran al gato durante el culto de la tarde.

Mucho después de haber muerto el gurú, seguían atando al gato durante el referido culto. Y cuando el gato murió, llevaron otro gato al ashram para poder atarlo durante el culto vespertino.

Siglos más tarde, los discípulos del gurú escribieron doctos tratados acerca del importante papel que desempeña el gato en la realización del culto como es debido.



Anthony de Mello

martes, 31 de diciembre de 2013

Cuando te encontré...



Donde te encontré ha pasado algo
como no soñé que fuera posible,
donde te encontré ha nacido un árbol 
junto a un mudo lago de tibio cristal. 


Donde te encontré ha crecido un valle 
donde brilla el sol, donde canta el hombre. 
Donde te encontré, donde tú me hallaste 
la noche es de estrellas, la luna es de mar. 

Cuando te encontré cada criatura era un sueño 
que debía llegar con los buenos tiempos. 
Cuando te encontré nada conocía su función, 
no había canción con que besar el viento. 

Cuando te encontré todo era desconocido 
y el mundo nació del amor que hicimos. 
Cuando te encontré aprendió la nube a pasar, 
el ala a volar y el cielo a ser... a ser infinito. 

Y lo que encontré se fue haciendo grande, 
desbordando el mar, despertando el tiempo, 
y tu corazón voló con el viento, 
a veces en paz, a veces violento. 

Y esto que encontré ya no era desconocido, 
se hizo la canción que se había perdido, 
no la dejaré, ni la mayor riqueza arrancará 
una concesión a este clamor repartido. 

Y se encontrarán los del machete aguerrido 
con el último héroe que hasta hoy se ha perdido, 
todos gritarán será mejor hundirnos en el mar 
que antes traicionar la gloria que se ha vivido.


Pablo Milanés



Gracias por los días compartidos, llenos de vida, de luz y de sonrisa. 
Ojalá hubiera sabido colmar tus mejores sueños...

 "Yo te quiero libre..."







miércoles, 11 de septiembre de 2013

Tenía que ser sin palabras como tú me entendieses...

RESPUESTA

Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras.
Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente.
Que tú me entendieras a mí sin palabras
como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte,
Hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes.
Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible,
la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte.Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve.
Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma,yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese. Criatura también de alegría quisiera que fueras, criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte.

Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas
y llorar en sus calles oscuras sintiéndose débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros,
y sentirte hecho de aire y de nube y de hierba muy verde...
Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el campo nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...
Si yo te dijera estas cosas, amigo,
¿qué fuego pondría en mi boca, qué hierro candente,
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y ¿cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,
poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?
Sin palabras, amigo; tenía que ser sin palabras como tú me entendieses.
José Hierro, 1947

lunes, 9 de septiembre de 2013

Sólo un mes, nada menos que un mes.




En este verano nefasto,


 este mes ha sido un bálsamo vitalizante







jueves, 22 de agosto de 2013

El sexo es el mejor sustitutivo del chocolate


Es leyenda urbana que el chocolate sea el mejor sustitutivo del sexo. Entre las muchas propiedades que se le atribuye está el ser un buen antioxidante, lo que retrasa el envejecimiento de la piel; además de un magnífico vaso dilatador que aumenta el flujo sanguíneo. Es realmente saludable.

También dicen que libera endorfinas, que te hacen sentir bien y ayudan en tiempos de decaimiento y dejadez emocional. Todo esto no lo pongo en duda, muchas propiedades vitamínicas, energéticas y estimulantes... pero evidentemente no puede sustituir en ningún aspecto al sexo.
Me temo más bien que los adictos al chocolate, pueden ante su falta buscar en la sensualidad una aproximación a la experiencia dulce-amarga que supone un roce cómplice, una caricia o un beso. Por esto, estoy convencido de que es al revés: "el sexo es el mejor sustitutivo del chocolate".
A la sublime experiencia de sentir otra piel apasionada, el calor húmedo de un cuerpo encendido o el clímax de un coito entregado, no puede aproximarse ningún placer humano que termina deshaciéndose en la boca.

El sexo contiene elementos mucho más completos y satisfactorios que el simple placer que aprehendemos, mas totalizadores en la persona que el gusto efímero. Por eso, no lo puede sustituir el chocolate.

No recomiendo sustituir la falta de afecto con chocolate, no funciona. Si te pasas con éste último puede 'agarrarse malamente a tu cintura', haciendo que te sientas mal o que te culpes a posteriori. Además si caes en una rutina o adición pierde su encanto, en cambio el sexo nunca.

La perfecta combinación es Amor y Sexo, que aun siendo distintos son sublimes al darse unidos. Eso sí, podríamos probar añadirle chocolate... mmm... sin duda, sería un excelente aderezo.

martes, 13 de agosto de 2013

Desapropiación


Míos son los cielos
mía es la tierra;
mías son las gentes,
los justos son míos 
y míos los pecadores;
los ángeles son míos,
y la Madre de Dios
y todas las cosas mías;
y el mismo Dios es mío y para mi,
porque Cristo es mío y todo para mi.

Pues ¿qué pides y buscas, alma mía?
Tuyo es todo esto y todo para ti.
No te pongas en menos
ni repares en meajas...

San Juan de la Cruz 

(Dichos de Luz y Amor, 27)



viernes, 9 de agosto de 2013

Sin reloj...

Esta noche no había ni móvil, ni reloj... uno apagado y el otro desaparecido. Porque hay ocasiones en las que molestan, uno te ocupa una mano y el otro te sobra en la muñeca... porque distraen, porque interrumpen los instantes y cuentan los minutos que faltan para vivir y para morir, porque pretenden marcarte un ritmo imposible esta noche de arritmia y pasión desbordante.







lunes, 27 de diciembre de 2010

El discurso del rey

No me estoy refiriendo al tradicional mensaje de Nochebuena del Jefe del Estado, no atrapa tanto mi atención; más bien me interesa reírme de la crítica absurda y anacrónica de Llamazares o Anasagasti el día después. Quisiera poner unas notas sobre una película -no suelo frecuentar el cine- que me ha gustado, entretenido y hecho reír, aunque su pretensión no sea provocar la risa.

La sinopsis puede ser esta: Tras la muerte de su padre, y la escandalosa abdicación de su hermano: Eduardo VIII, Bertie, afectado desde siempre de un angustioso tartamudeo, asciende de pronto al trono como Jorge VI de Inglaterra. Su país se encuentra al borde de la guerra y necesita desesperadamente un líder, por lo que su esposa Isabel, le pone en contacto con un excéntrico logopeda llamado Lionel Logue.

A pesar del choque inicial, los dos se sumergen de lleno en una terapia poco ortodoxa que les llevará a establecer un vínculo inquebrantable. Con el apoyo de Logue, su familia, su gobierno y Winston Churchill, el rey supera su afección y pronuncia un discurso radiofónico que inspirará a su pueblo y lo unirá en la batalla.

En mi opinión, simple e inexperta, ‘El discurso del rey’ resulta una buena película. El tema me resulta personalmente interesante: un rey tartamudo en tiempos de arengas patrióticas, como el que tuvo Reino Unido en los prolegómenos de la II Guerra Mundial, afectado desde niño por la imposibilidad para el diálogo fluido.

El trabajo de ambientación de época es impecable y tampoco se le puede encontrar tacha a la fotografía o a la realización. Contiene algunas escenas sumamente curiosas, como la del inicio con la preparación del locutor y sus ejercicios de dicción.

‘El discurso del rey’ se basa en una mera anécdota que se produjo dentro de un mundo convulso y lleno de auténticos conflictos.

Precisamente porque deja de lado cuestiones tan candentes como la política de entonces, quizás esperábamos que hubiera profundizado en los personajes y en la historia individual. Especialmente en la amistad entre Bertie y Lionel.

La película lo tiene todo para triunfar: una historia de superación, excelentes diálogos, personajes secundarios de lujo, un periodo histórico apasionante, ironía, delicadeza, emoción, ligereza. Por todo ello es una película agradable y de buen gusto

Otra historia de un heterodoxo... con todo el atractivo que tienen y la pro-vocación que suponen. Lionel no sólo es un "terapeuta" fuera de lo normal, ya que su éxito no es fruto de los libros sino de la experiencia; no lo han formado las aulas, sino su deseo de ayudar a la comunicarse: extirpando miedos, construyendo seguridades, dando valor y fomentando la autoestima.

Ha conseguido mi carcajada este personaje irreverente que no duda escandalizar acomodándose en el trono de San Eduardo, pero a la vez da gran valor desdramatizador a un chelín apostado. Relativizando las cosas, pero cuidando lo realmente importante... un ayudador en las antípodas: un amigo.




sábado, 25 de diciembre de 2010

De Nativitate

«El Señor vino a ella
para hacerse siervo.

El Verbo vino a ella
para callar en su seno.



El rayo vino a ella
para no hacer ruido.

El pastor vino a ella,
y nació el Cordero,
que llora dulcemente.

El seno de María
ha cambiado los papeles:

Quien creó todo
se ha apoderado de él, pero en la pobreza.

El Altísimo vino a ella,
pero entró humildemente.

El esplendor vino a ella,
pero vestido con ropas humildes.

Quien todo lo da
experimentó el hambre.

Quien da de beber a todos
Sufrió la sed.

Desnudo salió de ella,
quien todo lo reviste


Efrén el Sirio (Siglo IV), Himno «De Nativitate» 11, 6-8

viernes, 24 de diciembre de 2010

Bailaor heterodoxo

Hace un rato que vine de espectáculo de Israel Galván, que concluía los Jueves Flamencos en la Sala Cultural "Joaquín Turina".

Realmente vengo impactado. Satisfecho. Ha merecido la pena el espectáculo por original, impactante y divertido. Este bailaor hace arte, pues provoca, emociona y produce un choque que no deja indiferente al espectador.

Sin duda es arte, pero... ¿es flamenco?

Me pregunto si no he asistido más bien a ejercicios malabares sobre una base flamenca: cantaor, guitarra, tablas, estética, público... para un equilibrista con linaje flamenco pero con una clara intención de romper la ortodoxia de lo jondo.

No tengo experiencia suficiente sobre el flamenco como para definir con exactitud el arte que esta noche me ha excitado e inquietado, deleitado y estimulado. Los heterodoxos tienen su encanto, pero también es cierto que sutil e inconscientemente cuestionan nuestros parámetros preconcebidos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

«Vuestra tristeza se convertirá en gozo»

La alegría es esencial en la vida espiritual. Si pensamos cualquier cosa de Dios y no lo hacemos con alegría, nuestros pensamientos y nuestras acciones serán estériles. Podemos ser infelices por muchas causas, pero podemos encontrar aún alegría, porque ésta procede de saber que Dios nos ama. Estamos inclinados a pensar que cuando estamos tristes no podemos estar contentos, pero en la vida de una persona que pone a Dios en el centro pueden coexistir el dolor y la alegría.


No resulta fácil de comprender pero cuando pensamos en alguna de nuestras experiencias más profundas, como asistir al nacimiento de un niño o a la muerte de un amigo, con frecuencia forman parte de la misma experiencia un gran dolor y una gran alegría, y descubrirnos a menudo la alegría en medio del dolor.

Recuerdo los momentos más dolorosos de mi vida como momentos en los que he llegado a ser consciente de una realidad espiritual mucho más grande que yo, y que me permitía vivir mi dolor con esperanza. La alegría no es cualquier cosa que simplemente nos sucede. Debemos elegir la alegría y seguir eligiéndola cada día. Se trata de una elección basada en el conocimiento de que pertenecemos a Dios y hemos encontrado en Dios nuestro refugio y nuestra salvación, y que nada, ni siquiera la muerte nos lo puede arrebatar.


(H.J.M. Nouwen, Vivere nello Spirito, Brescia 41998, 17s)

martes, 9 de noviembre de 2010

Una comida diferente

Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia, de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta. Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.

Entró en un local que le pareció un restaurante modesto pero con encanto, iba distraído, pensando en el Informe Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la
empresa pública donde trabaja. En realidad no era un restaurante, sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera. De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que quien le servía la comida en la bandeja era una monja.
Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.

Quiso retirarse pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que de segundo había filete empanado, que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor y bien vestido comía en silencio sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida, había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía adónde ir, menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo, «al final he tenido suerte en la vida, compañero, así que no te agobies, que de todo se sale…»


No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos. Al salir no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve. «Vuelve cuando lo necesites y si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza».


FRANCISCO ROBLES
ABC de Sevilla
http://www.abcdesevilla.es/20101108/andalucia/comida-diferente-20101108.html
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martes, 2 de noviembre de 2010

Malagueña: Se me ha aparecido la muerte


Se ma'parecío la muerte

cuando intenté de olviarte,

como la vida es tan amable

volví de nuevo a quererte





martes, 5 de enero de 2010

Noche de Reyes


No espero nada, no me ilusiona nada.

La última vez que preparé con auténtico entusiasmo el dia de Reyes fue en enero de 2006; y porque yo tenia mucha ilusión en regalar. Ya aquello desapareció, esta fiesta me resulta detestable.

Me aburren los regalos que pueden estar pensados, pero no sentidos. Aborrezco el detalle por obligación o porque alguien piensa que me hace falta.

¿Tan difícil es reflexionar un poco sobre lo que me gusta?

Quizá es que ya no me gusta nada. Lamento realmente disgustar a aquellos que me quieren y que mañana esperan un gesto más agradable en mi rostro que una mueca de desencanto.

domingo, 3 de enero de 2010

Año nuevo... ¿vida nueva?


Las frases hechas suelen ser mentira, del año nuevo y el cambio de vida no iba a ser menos. Los que nos movemos en la añoranza de un pasado que no termina de quedar atrás, hacemos presente la nostalgia.

En la vida hay que ir cerrando capítulos, quizás es que no quiera… Pero empezar un año como si fuera cualquier cosa, es una enorme torpeza. Un año de vida es una oportunidad que sería una pena echarla a perder.

Deseo mejorar y cambiar algunas cosas, pero en los más hondo de mi ser está el anhelo profundo de retener lo imposible.

Deseo el comienzo de un año, de una etapa, de una ilusión, para reunir las fuerzas necesarias y transformar este tiempo en un buen año de vida. Quizás se pueda lograr…

El año nuevo es una oportunidad más para convertir la vida, el hábitat, el trabajo en algo distinto. Estos años atrás no han sido buenos, dejaron mal sabor de boca; éste tiene que ser distinto, quiero que así sea, no es un propósito pero si un deseo, y no lo voy a echar a perder. Tengo otra oportunidad que no debo desperdiciar, porque la vida es demasiado breve. Otro estilo de vida, otra forma de ser, ¿por qué no intentarlo?

En los ratos más negros y amargos, llenos de culpa, piensas: ¿Por qué no acabar con todo? Pero en esos mismos momentos se puede pensar otra cosa: ¿Por qué no comenzar de nuevo?

La vida pasada fue gris, vulgar y mediocre, razón para desesperarse es. No me resigno, quiero resucitar a una vida mejor… volver a empezar.

Un año recién salido de las manos del autor de la vida, es un año que aún no estrenas. Un nuevo año recién iniciado: Todo comienza si tú quieres, todo vuelve a empezar... Quiero unirme a los grandes insatisfechos, a los que reniegan de la mediocridad, a los que aún conscientes de sus debilidades confían y luchan por una vida mejor.

Siempre podemos escoger entre vivir el mundo cual lo conocemos o cambiarlo en el que deseamos, la decisión al final es de cada uno según decida… o pueda.



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viernes, 1 de enero de 2010

Primer pensamiento

Cada año desgrano el racimo de las campanadas amándote intensamente en el corazón, presenciandote en mi cabeza y musitando tu nombre en mis labios.

Estaba tan convencido que compartiríamos in aeternum el racimo de nuestras vidas, que no me di cuenta que en tu vid solo brotaban agrazones.

Aun asi, cada golpe de martillo te hace tañer:


I'''' tu nombre
II'''' tus ojos
III'''' tu sonrisa
IV'''' tu beso salado
V'''' tu voz al cantar
VI'''' tu hondura
VII'''' tu sueño
VIII'''' tu seducción
IX'''' tu suave piel
X'''' tu solidaridad
XI'''' tu olor corporal
XII'''' tu trascendencia


No es emoción lo que me embarga al terminar, es congoja al comprobar cuánto te he amado, cómo te amo y cuál irremediable será amarte.

Lo más frustraste es tener que besar con el alma contrita y felicitar con el corazón partío a aquellos que tengo inmediatamente cerca.

Me es indiferente el nuevo año, pues mi pena honda permanece por más tiempo que pase. También me sobran todos en este instante, porque me faltas tú.

Y ya no es que seas el primer pensamiento del año que brota en mi, sino que no consigo bajarte de mi mente en ningún momento. Desde lo profundo del dolor, te quiero...

sábado, 12 de diciembre de 2009

Añoranza

Dejó atrás cuanto fue lo más suyo,
lo único suyo: su clima, su paisaje, su forma de enfrentarse con la vida y la muerte. Se separó de su tierra con el dolor con que separa la uña de la carne.

La añoranza de la tierra amada tiene, en otros lugares, nombres rumorosos y entristecidos: magua y morriña por ejemplo. En andaluz no tiene nombre: es demasiado grande para dárselo.

Porque quizá sean los andaluces los que más se desmorecen cuando extrañan su congénito patrimonio: el aire perfumado, la tibieza de las tardes, la brisa azul de las mañanas, la soleada y ocurrente conversación con los vecinos cuando la luz se va, en las puertas de las casas, sentados en sillas de anea sobre las aceras, o al pie del mostrador de una taberna umbría.


Antonio Gala
en Las afueras de Dios

miércoles, 11 de noviembre de 2009

“November”

It's not that bad at all,
It’s not that big a deal;
everyone's assuring me
my fortune's bout to change.
But I've been here before,
I don't need no one to tell me
that life is what you make of It.
Believe me.

No es para tanto,
no es nada del otro mundo;
todo el mundo me asegura
que mi suerte está a punto de cambiar.
Pero ya he estado aquí antes,
no necesito que nadie me diga
que la vida es lo que tú haces con ella.
Créeme.


November's here again
raining down on me.
I disappear again,
just like the memories.
Let the days go by
so I can say goodbye to November.
Say goodbye

Noviembre está aquí de nuevo,
lloviendo sobre mí.
Yo vuelvo a desaparecer,
igual que los recuerdos.
Deja que pasen los días
para que yo pueda decir adiós a noviembre.
Decir adiós.


It's not that long ago
but it's so far away.
Everyone's assuring me
it was time to walk away.
But now I'm here alone,
I don't need no one to tell me.
I know what you've been going through.
Believe me

No hace tanto tiempo
pero está tan lejano.
Todo el mundo me asegura
que ya era hora de alejarse.
Pero ahora estoy aquí solo,
no necesito que nadie me lo cuente.
sé por lo que has pasado.
Créeme.


November's here again
raining down on me.
I disappear again,
just like the memories.
Let the days go by
so I can say goodbye to November.
Say goodbye.
Say goodbye to november

Noviembre está aquí de nuevo,
lloviendo sobre mí.
Yo vuelvo a desaparecer,
igual que los recuerdos.
Deja que pasen los días
para que yo pueda decir adiós a noviembre.
Decir adiós.
Decir adiós a noviembre.

 
 
Milk inc.

jueves, 20 de agosto de 2009

Sobre el amor...

“Hombre y mujer se pertenecen mutuamente. Poseen dones que han de desplegar para de ese modo hacer aflorar y madurar al ser humano en toda su amplitud. Sabemos que esa diferencia dentro de la unidad entraña tensiones y puede desembocar en intentos de ruptura. Esto también sucede en cualquier amistad. Cuanto más cercano se está, más fácil es tirarse de los pelos.

El amor es una exigencia que no me deja intacto, En él no puedo limitarme a seguir siendo yo a secas, sino que he de perderme una y otra vez al ser desbastado, al ser herido. Y precisamente esta herida para sacar a relucir mis mejores posibilidades forma parte, en mi opinión, de la grandeza del poder curativo del amor. En este sentido, no se debe imaginar un amor puramente romántico, que cae del cielo sobre ambos cuando se ha encontraron y que a partir de entonces todo irá sobre ruedas.

El amor hay que entenderlo como pasión. Sólo cuando se está dispuesto a soportarlo como pasión, aceptándose siempre de nuevo el uno en el otro, madurará una pareja para toda la vida. Si, por el contrario, cuando las cosas se ponen críticas se dice que hay que evitarlo y se separan, uno prácticamente se priva de la verdadera oportunidad que ofrece la convivencia entre hombre y mujer y, por tanto, de la realidad del amor”.

“El amor humano contiene siempre una pretensión de eternidad. “El amor es una pugna contra la muerte”, afirmó el filósofo francés Gabriel Marcel. En consecuencia, a partir de una promesa, este amor se convierte en una realidad complicada si se incluye en un amor que proporcione realmente eternidad.

Vemos, pues, que el amor humano es, en si, una promesa incumplible. Desea eternidad y sólo puede ofrecer finitud. Más, por otra parte, sabe que esa promesa no es insensata ni contradictoria, ni por tanto destructiva, pues en última instancia la eternidad vive en ella. Así pues, visto desde una óptica puramente humana, el amor es realmente aquello que esperamos con ansia y que nos vivifica. Pero sus auténticas dimensiones conllevan, en definitiva, la perspectiva futura de Dios, la espera de Dios”.

“El verdadero amor no consiste sencillamente en ceder siempre, en ser blando, en la mera dulzura… no es más que una caricatura del verdadero amor. El auténtico amor también conlleva una gran seriedad. Desea lo verdaderamente bueno para el otro y, en consecuencia, tiene la valentía de oponerse a él cuando no ve el bien, cuando corre ciegamente hacia la desgracia”.

Joseph Ratzinger,
entrevista con Peter Sweewald

viernes, 17 de julio de 2009

Séneca: “En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto”.

domingo, 5 de julio de 2009

Hoy me han matado

Las cosas de los pueblos... un rumor, aunque sea falso, puede ir creciendo como una gran bola de nieve. Unos dicen que fue de una manera, otros diferente, algunos solo enriquecen con matices... la mas graciosa era la versión de que habia muerto en un accidente de tráfico en el País Vasco. Nunca estuve por allí, tampoco conduzco.

No se de donde puede alimentarse esa imaginación, ni como puede ir tomando forma. Solo lamento que algunos de los que me quieren, han pasado un mal rato al recibir la falsa noticia.

Para desgracia de mis enemigos, seguiré dando por saco por mas tiempo... la vida es así y así lo ha decidido.

sábado, 4 de julio de 2009

Persona de Esperanza

La esperanza es una virtud muy poco sedentaria. Es más bien una virtud de los pies. Quien espera no se queda parado, sin hacer nada. Es la virtud de quien ante la evidencia de todo el mal del mundo, actúa hasta ver cambiar esa evidencia. Pero no es una virtud de tontos, sino de tercos. Nada ni nadie podrá convencer a la persona de esperanza de que es inútil esperar y confiar en el cambio. Es una virtud de constructores. De quienes anhelan que se cumplan las promesas de Dios con el esfuerzo de los que son sus manos en el mundo.

Texto regalado por Carmen María

viernes, 3 de julio de 2009

Yo te quiero libre

Yo te quiero libre,
libre y con amor;
libre de la sombra,
pero no del sol.

Yo te quiero libre,
como te viví;
libre de otras penas,
y libre de mí.


La libertad tiene alma clara
y solo canta cuando va batiendo alasvuela y canta, libertad.

La libertad nació sin dueño
y yo quien soy para colmarle cada sueño.

Yo te quiero librey con buena fe,
para que conduzcas
tu preciosa sed.

Yo te quiero libre,
libre de verdad,
libre como el sueño
de la libertad.

La libertad tiene alma clara
y solo canta cuando va batiendo alas,
vuela y canta, libertad.

La libertad, nació sin dueño
y yo quien soy para colmarle cada sueño.

Yo te quiero libre
como te viví
libre de otras penas,
y libre de mí.



Silvio Rodríguez (Cuba) - 1983

jueves, 2 de julio de 2009

Alma en el mundo

"...no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni por su lengua, ni por sus costumbres. En efecto, en lugar alguno establecen ciudades exclusivas suyas, ni usan lengua alguna extraña, ni viven un género de vida singular.

La doctrina que les es propia no ha sido hallada gracias a la inteligencia y especulación de hombres curiosos, ni hacen profesión, como algunos hacen, de seguir una determinada opinión humana, sino que habitando en las ciudades griegas o bárbaras, según a cada uno le cupo en suerte, y siguiendo los usos de cada región en lo que se refiere al vestido y a la comida y a las demás cosas de la vida, se muestran viviendo un tenor de vida admirable y, por confesión de todos, extraordinario.

Habitan en sus propias patrias, pero como extranjeros; participan en todo como los ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña les es patria, y toda patria les es extraña.


Se casan como todos y engendran hijos, pero no abandonan a los nacidos. Ponen mesa común, pero no lecho. Viven en la carne, pero no viven según la carne. Están sobre la tierra, pero su ciudadania es la del cielo.

Se someten a las leyes establecidas, pero con su propia vida superan las leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se los desconoce, y con todo se los condena. Son llevados a la muerte, y con ello reciben la vida. Son pobres, y enriquecen a muchos. Les falta todo, pero les sobra todo. Son deshonrados, pero se glorían en la misma deshonra. Son calumniados, y en ello son justificados. «Se los insulta, y ellos bendicen» (1 Cor 4, 22). Se los injuria, y ellos dan honor. Hacen el bien, y son castigados como malvados. Ante la pena de muerte, se alegran como si se les diera la vida.

Los judíos les declaran guerra como a extranjeros y los griegos les persiguen, pero los mismos que les odian no pueden decir los motivos de su odio.

Para decirlo con brevedad, lo que es el alma en el cuerpo, eso son en el mundo"


Carta a Diogneto

domingo, 14 de junio de 2009

Donde habite el olvido

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
donde habite el olvido.



Luis Cernuda

domingo, 30 de noviembre de 2008

RELATO: La Panadería de Fuencarral

Cada mañana se encaminaba al apeadero del cercanías, allí subía al tren que desciende a las entrañas de la ciudad, para continuar haciendo un trasbordo tras otro hasta llegar a su lugar de trabajo. Esto tiene Madrid, que cuando deseas que te trague la tierra lo consigues fácilmente, pero en breve termina escupiéndote en alguna otra boca de metro.

Ese día de noviembre había amanecido muy frío, pero no quedaba más remedio que comenzar la jornada y dirigirse a la alienante e impersonal oficina. Vivir en una gran ciudad tiene sus ventajas, cuentas con un amplio abanico de posibilidades y opciones para desarrollarte y divertirte; pero a la vez pierdes la esencia y la identidad que tiene un pueblo. Un pueblo no sólo es una localidad pequeña, es una realidad donde las relaciones son diferentes, donde el estilo de vida es mas pausado e interior, donde aquellos que lo habitan forman parte de esa esencia, de su “ser pueblo”.

Buscar un piso de alquiler barato lo habían llevado a residir en Fuencarral, uno de los barrios al norte de Madrid, que sin salirse de la gran urbe, contaba con buenas comunicaciones y un nivel de servicios aceptables. Por suerte, este “barrio” aún conserva algunas calles con evocaciones a pueblo, calles que debía atravesar cada mañana de camino al tren.

Eran pocas, pero en este barrio madrileño aún se adivina el antiguo trazado y los comercios de otro tiempo -hoy cerrados-, donde se puede apreciar la “esencia” de pueblo; y es que el casco antiguo de Fuencarral -aunque Madrid lo fagotizara hace casi sesenta años-, todavía conserva un firme de adoquines, estructura irregular de sus calles y casas con tejas… aun existen vecinas de toda la vida de Dios que se critican mutuamente, pero forman parte de una extraña comunidad solidaria que se importa y se protege mutuamente, que van al rosario por la tarde a su iglesia de toda la vida de Dios… quizás el Dios de toda la vida preserva estos espacios como burbujas donde lo trascendente-con-nosotros permanece.

Esa mañana le había costado la misma vida saltar de la cama, sin duda se levantaba de mal humor, con prisas como siempre. Además había dormido poco y mal enganchado a esa novela de Gala que se titula Las afueras de Dios… se quedó rumiando a oscuras ese párrafo lapidario que le hacía tomar conciencia de la lejanía de su pueblo y le recordaba que no terminaba de adaptarse al frenético e impersonal ritmo de la capital:

“dejó atrás cuanto fue lo más suyo, lo único suyo: su clima, su paisaje, su forma de enfrentarse con la vida y la muerte. Se separó de su tierra con el dolor con que separa la uña de la carne. La añoranza de la tierra amada tiene, en otros lugares, nombres rumorosos y entristecidos: magua y morriña por ejemplo. En andaluz no tiene nombre: es demasiado grande para dárselo. Porque quizá sean los andaluces los que más se desmorecen cuando extrañan su congénito patrimonio: el aire perfumado, la tibieza de las tardes, la brisa azul de las mañanas, la soleada y ocurrente conversación con los vecinos cuando la luz se va, en las puertas de las casas, sentados en sillas de anea sobre las aceras, o al pie del mostrador de una taberna umbría”


Tras una rápida taza de té, se abrigó bien y comenzó su peregrinar frío y cotidiano de noviembre. Aunque al cruzar por el antiguo pueblo de Fuencarral hubo algo que le recordaría las propias raíces y su identidad pegada a la tierra, era la panadería artesana que aún subsistía frente a las tiendas de pan al minuto.


Su temprano olor caliente y hogareño de pan recién hecho, que se convertía cada día en todo un símbolo del hombre y la mujer que se resisten a dejar su esencia, su identidad de “pueblo”, para confundirse en la masa informe.

Porque como en la Panadería, la masa deja de ser tal y toma identidad propia alrededor de la cual se pone la mesa; la masa deja de ser tal para convertirse en lugar de encuentro, en espacio del compartir, tiempo para el alimento…

En esta mañana fría de noviembre -mes de lluvias y difuntos- el olor a pan calentito y recién hecho anuncia el adviento de aquello bueno que no ha perdido, de aquella esencia familiar, cálida y en relación que tiene su casa, que tiene su pueblo.

Por un instante en el caminar, la imaginación hace correr el tiempo hasta los días previos a la Navidad, hacia esa época donde se actualiza y re-gusta una identidad que no puede borrar ninguna metrópoli, y que es actualizada por el olor a pan recién hecho.

Por un instante el olfato le trasporta a la niñez, a los preparativos de una fiesta que recupera su razón de ser si se gusta desde los sentidos. Este olor a pan despierta sus sentidos y sus recuerdos… evoca el nacimiento de barro y papel con el que los niños pretenden imaginar y reconstruir la ciudad de Belén. En algún sitio había leído que Belén significa “casa del pan”… hoy lo entendía, porque este olor a pan los transportaba a su pueblo blanco, que visto en la lejanía y de noche parece un pueblecito del Nacimiento.

Se trataba de un pueblo del sur de Andalucía, de callejas empinadas y paredes encaladas. En este pueblo la sincronicidad de los sentidos, además de un regalo blanco para la vista, permite el milagro de oír tañer las horas desde el ronco campanario, mientras los pies se te enfrían al pisar adoquines y charcos en el callejón de la Paz; es en esta callejuela en la que cuando te llega el olor a pan recién hecho ya puedes saborearlo aún sin probarlo.

Hablar de Paz en este pueblo, es hablar de un callejón umbrío que huele a pan. Este callejón encalado enriquece su estampa andaluza, porque está rodeado de hornos y tahonas… la de Domínguez, la de Molina… la de Periquito. La Paz de esta calle del Sur sin duda huele a pan recién hecho.

Sus evocaciones le llevan a pensar que no es casual que aquel niño judío, que nacería en Belén -Casa del Pan- y se autodenominaba el pan bajado del cielo, fuese considerado “Príncipe de la Paz”.

Hoy, a tanta distancia en años y en kilómetros, recuerda a de Emilio el Panadero, con su gran sonrisa bajo un gran bigote, que con la venta ambulante además de vienas, bollos, barras y molletes, en su furgoneta blanca -dibujada con una espiga dorada en la puerta- llevaba rosquillas de pico alineadas y colgadas de una guita blanca, y que era un sabroso regalo para los niños.

Hoy, a tanta distancia en años y en kilómetros, recuerda los bollos recién hechos de la tahona de Domínguez o en la Panificadora de Molina, ese plan blanco que despachaban sobre un blanco mármol y al que había que quitar el migajón caliente para preparar el bocadillo.

Hoy, a tanta distancia en años y en kilómetros, … la panadería de Fuencarral le ha trasladado a su pueblo, el penetrante olor a pueblo le evoca la dulzura, la ilusión y la fragilidad de la niñez… e incluso la blancura de estos sentimientos le ha hecho interiorizar y mirar hacia la Judea del año cero, aquella ciudad del rey David que siendo niño intentaba recrear en casa con un poco de papel de plata para el río y unas mal cortadas cortezas de alcornoque para construirle un castillo al despiadado del rey Herodes…

Y es que en Belén, como en cualquier pueblo, además de una identidad entrañable y hogareña, se da la dureza de corazón de aquellos que utilizan su poder, su influencia o su dialéctica política para marcar las pautas de quien puede acercarse al pan y quien no.

Es despiadado levantar muros y colocar el cartel de "propiedad privada" alrededor del pan que es de todos. Este olor y el recuerdo de su pueblo hace que tome conciencia sobre lo necesario de sentir antes "nuestro" que lo "mío": tiempo, cultura, techo, alegría… debe ser partido y compartido como el pan.
El olor a pan le despierta la conciencia y le denuncia que a veces mira al otro como “extranjero” por apreciaciones ridículas; como por ejemplo cuando viaja en el metro y no es capaz de descubrir en el otro el dolor por la lejanía de su propia tierra. El olor a pan le denuncia los prejuicios hacia el diferente que sin duda hace un esfuerzo por mantener su identidad de pueblo.

Todo esto le hace preguntarse por la dureza que supone salir del propio país, pues si para él resulta duro estar lejos de su pueblo, cómo se sentirá quien tuvo que dejar su tierra y alejarse muchos kilómetros. ¿Qué será sentirse extranjero? Debe ser duro no sentir calor, no tener amigos cerca… encontrar fronteras de rechazo, de incomprensión e impaciencia, que no te miren al corazón y no valoren tus acciones.

Esta mañana fría de noviembre, en su deambular por el antiguo pueblo de Fuencarral, gracias al olor a pan recién hecho y la evocación de su niñez en un pueblo del Sur, ha entendido la gran significación de Belén -casa del pan-, el primer lugar en el que la humanidad tuvo la oportunidad de descubrir en un frágil niño al protagonista de un encuentro misterioso entre lo divino y lo humano; donde se anunció, con un símbolo cotidiano como el es pan recién hecho, la Buena Nueva de calidez, apertura y acogida que es muy fácil entender en un pueblo blanco de Andalucía, pero que se esconde a la gran urbe tan ansiosa por las prisas… y con cada vez menos panaderías.


Madrid y Noviembre de 2006




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domingo, 2 de noviembre de 2008

¿Qué es morir?

Noviembre es un mes gris... de castañas y mesa camilla, de primeras lluvias y de visitas al Cementerio.

Noviembre, mes de los difuntos, de las hojas caídas, de los días cortos y del invierno en puertas, tiene para la gente un carácter funerario. Sin querer se nos ha metido una mentalidad pagana al hablar de la muerte. Miramos sólo un aspecto terrorífico y macabro, la corrupción del sepulcro, el abandono de todos, la soledad de la tumba.

Resaltamos la parte negativa, del "somos polvo y ceniza" del pagano Horacio, hasta el punto de que el propio cardenal Portocarrero pensase que el mejor epitafio para su lápida fuese: Hic iacet, pulvis, cinis et nihil: "Aquí yace polvo, ceniza y nada".

A las concepciones paganas del Renacimiento se unió el espíritu morboso del romanticismo y la poca imaginación de los agentes de pompas fúnebres y entre todos han llenado los cementerios, cuando no las iglesias, de calaveras y tibias entrelazadas, esqueletos con guadañas, cítaras y columnas rotas...

Esa iconografía es ridícula y tiene muy poco de veraz, para los que tenemos fe la ocasión de la muerte es propicia para proclamar el artículo del credo: "Espero la resurrección de los muertos".

Pero morir nos iguala a todos, es el momento sublime de la vida por el cual todos pasaremos... "no se muere", en sentido pasivo, sino que "morimos", es decir, entregamos el alma al Creador. Morir es un acto humano, el más sublime y trascendental de todos, que a ser posible debe hacerse en plena conciencia.

Me encanta este soneto que D. Miguel Mañara, recogiera en su Discurso de la Verdad, a finales del siglo XVII. Todo este opúsculo da la descripción más barroca y sevillana sobre la concepción de la vida y de la muerte; una visión de la muerte como sólo un tránsito, pues morir sólo es morir, morir se acaba... Magistralmente, el pintor Valdés Leal supo representar esta idea en sus cuadros "In ictu oculi" y "Finis Gloria Mundi".

Con este mensaje vaya mi recuerdo hacia todos aquellos que nos han predecido y ya han cruzado este "umbral de Esperanza".

¿Qué es morir?

Vive el rico en cuidados anegado
vive el pobre en miserias sumergido,
el monarca en lisonjas embebido,
y a tristes penas el pastor atado.


El soldado en los triunfos congojado,
vive el letrado a lo civil unido,
el sabio en providencias oprimido,
vive el necio sin uso a lo criado.



El religioso
vive con prisiones,
en el trabajo
boga oficial fuerte,
y de todos
la muerte es acogida.

¿Y qué es morir?
Dejarnos las pasiones.

Luego el vivir
es una amarga muerte

Luego el morir
es una dulce vida