Se llama Ana,pero su nombre es Lealtad.
Siempre estuvo ahí, sin condiciones, sin esperar nada a cambio... por pura gratuidad, por pura amistad.
Su tolerancia conmigo tiene el límite de aquello que me hace daño; me desea lo mejor, me quiere bien
Nunca tendré suficientes palabras o gestos de agradecimiento... seguramente ella no lo espera, quizás no hace falta.
Es una razón más para recuperarme -para volver a ser yo-, pues mi felicidad le daría tranquilidad. Gracias Señor:
"Un amigo fiel es apoyo seguro,
el que lo encuentra, encuentra un tesoro.
Un amigo fiel no tiene precio,
no se puede ponderar su valor.
Un amigo fiel es bálsamo de vida,
los que temen al Señor lo encontrarán.
El que honra al Señor cuida su amistad,
porque su amigo será como él"
(Eclo 6, 14-17)
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