Demasiado mundo por descubrir de "puertas adentro"... es una aventura apasionante pero tambien llena de contrariedades. Creo que todos estamos especialmente sumergidos en ese mundo interior que nos pertenece; pero al que no podemos controlar, por lo que también nos desestabiliza.El mundo interior siempre nos persigue: donde quiera que vayamos, lo llevamos con nosotros y podemos contar con él, mientras que el mundo externo -más irreal- siempre nos reserva alguna que otra decepción.
Si lo que buscamos es nuestro verdadero camino, la plenitud, debemos saber que podemos encontrarlos en nosotros mismos. El problema es que no nos conocemos, no sabemos todo lo que poseemos, todos nuestros tesoros... a veces tenemos que pagar a alguien que sacó su título de psicólog@ en la universidad, para que nos recuerde o refresque lo que ya sabemos. Es algo absurdo, pero así parece que tranquilizamos nuestra conciencia por actuar como se debe.
Estoy harto de tener que actuar, pensar y reflexionar como se debe... ¿Nadie se da cuenta que intentarme domar a mi es como poner rejas al viento? Seguramente el mayor error que han cometido quienes se han acercado a mi vida, ha sido quererme "domesticar", por eso se han quedado atrás... aparcados en mi camino.
Intento ser lo más comprensivo y dialogante que se y puedo... pero raro será que me mueva por los criterios o consejos de otro: "nadie escarmienta en cabeza ajena" -dice el refrán- pero mucho menos yo... Comprendo que muchos lo han intentado desde el cariño y desde el querer lo mejor para mi, pero es inútil; si que en mi mundo interior bullen los pensamientos y sentimientos "a mi manera"... también actuaré a mi manera.
Y cómo es mi manera... no lo termino de saber, pero si identifico hondura y espiritualidad, a la vez contemplación y acción... En mi mundo interior el Trascendente lo empapa todo, lo cual no significa que no me rebele fuertemente contra él e incluso vaya en dirección totalmente opuesta a Nínive...Alguien que conoce un poquito -y me quiere bien- me dijo una vez que soy duro y provocativo, pero a la vez tierno y entregado. Cruel en mis juicios con los demás, pero aún mucho más cruel e intransigente conmigo mismo; a veces me cubro con el manto de la autosuficiencia para proteger mi inseguridad. Puede que lleve razón, pero en mi mundo interior hay más... muuucho más
¿Te atreverías a la aventura y el riesgo de conocerme un poquito mejor?
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario